Es una representación a escala de Cuba hecha con tierra de varios países que conseguí por la contribución de amistades. En un inicio era "hacer" una Cuba con la voluntad desinteresada de personas vinculadas de manera emocional con la Isla. Donde Patria e Identidad son construcciones culturales y al cabo conceptos cambiantes. RQ

La instalación "Mi Tierra" de Rubert Quintana, realizada en 2010 en Holguín, es una obra profundamente evocativa que desafía las nociones convencionales de identidad nacional y pertenencia. A través de la ingeniosa utilización de tierra proveniente de diversos países, Quintana construye una representación a escala de Cuba que trasciende los límites geográficos y políticos, invitando al espectador a reflexionar sobre la complejidad de la noción de "hogar".
En primer lugar, la elección del material esencial de la obra, la tierra, es inherentemente simbólica. La tierra, como elemento fundamental de la naturaleza, encarna las raíces profundas de la identidad cultural y la conexión con el territorio. Sin embargo, al reunir tierra de varios países, Quintana desdibuja las fronteras físicas y conceptuales, sugiriendo que la identidad cubana no puede ser reducida a una única ubicación geográfica.
La escala de la instalación también es notable, ya que ofrece una perspectiva única del paisaje cubano. Al presentar una versión miniaturizada del país, Quintana invita al espectador a contemplar Cuba desde una nueva perspectiva, quizás más íntima y personal. Esta reducción de escala puede interpretarse como una invitación a explorar la relación entre el individuo y la nación, cuestionando cómo nos relacionamos con nuestro entorno y cómo este moldea nuestra identidad.
Además, el proceso de recopilación de tierra de diferentes países implica una colaboración global que resuena con la idea de la comunidad y la interconexión entre culturas. A través de este gesto, Quintana subraya la naturaleza universal de las experiencias humanas, destacando la importancia de la diversidad y la inclusión en la construcción de la identidad nacional.
En última instancia, "Mi Tierra" de Rubert Quintana es una obra que trasciende las limitaciones físicas y temporales, desafiando al espectador a reflexionar sobre la complejidad de la identidad y el sentido de pertenencia en un mundo cada vez más interconectado. Su enfoque innovador y su poder evocador aseguran que esta instalación perdurará como una contribución significativa al diálogo artístico contemporáneo. XGI

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